Con filo propio: Cuando pensar es un acto de resistencia.
🔪 La historia de Ameyalli.
Hoy, como en aquella época prehispánica —que nos parece lejana pero no lo es tanto en cuestión de prejuicios—, muchas buenas ideas siguen siendo desechadas por venir de alguien que “no debería”: mujeres, disidentes, jóvenes, migrantes, voces incómodas. Se les exige obediencia, no creatividad.
¿Qué pasa con la innovación cuando incomoda?
- ¿Cuántas Ameyallis son silenciadas antes de que sus ideas lleguen al mercado?
- ¿Cuántas de esas ideas son apropiadas por hombres?
- ¿Cuántas veces la tradición se convierte en estancamiento?
- ¿Cuántas veces el miedo al cambio se disfraza de respeto?
Ameyalli fue golpeada, humillada y condenada. Pero su cuchillo cortó más que carne: cortó el relato de que solo los hombres pueden crear, decidir y transformar.
Y tú, ¿qué estás rediseñando hoy, aunque incomode?
Autor: Ana Piera.
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Qué triste historia, el machismo para nuestra desgracia sigue muy arraigado.
ResponderEliminarLa homofobia, el racismo y no se entiende que en pleno siglo XXI la humanidad no haya aprendido. Es lamentable. Un abrazo
Hola Nuria, es verdad, en algunos lugares este tipo de cosas continúa rampante. Tenemos la suerte de vivir en lugares donde se han conquistado, mantenido y respetado los derechos de las mujeres. No es garantía. Ya estamos viendo como movimientos conservadores, religiosos, ultraderechistas quieren volver a relegarnos a una esquina. Hay que estar atentas. Gracias por pasarte.
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